Percepción del tiempo y los sentidos

Publicado el October 24, 2013
Source: principalspage.com

Source: principalspage.com

La percepción del tiempo es algo que se vive todos los días en una infinidad de formas, y con diferentes efectos en la vida diaria, pero ¿de qué se trata? ¿Por qué una conferencia aburrida puede parecer una eternidad y una buena conversación un abrir y cerrar de ojos? ¿Por qué en las situaciones de peligro o de emoción intensa parece que el tiempo va en cámara lenta? ¿Por qué el tiempo transcurrido siempre es diferente de persona a persona?

Se ha vuelto cada vez más claro para todos nosotros que la forma el que pasa el tiempo, o su longitud tienen poco que ver con la forma en que se vive o percibe, a lo que la ciencia ha respondido con estudios en el área, que abarcan aspectos psicológicos y aspectos neurológicos, para definir cómo es que el tiempo toma forma en la realidad que viven nuestros cerebros.

Es difícil medir la percepción del tiempo desde un punto de vista fisiológico, pues no es algo claramente demarcado en el cerebro. Muchas partes del cerebro, y muchos estímulos externos e internos afectan la forma en la que el tiempo se interpreta de un momento al siguiente. Es precisamente a partir de estos estímulos que se dan los cambios, esto se puede ver más claramente en algunas situaciones que en otras, por ejemplo: estás a punto de cruzar una calle muy concurrida y de repente te tropiezas y pierdes momentáneamente el equilibrio, cuando te recuperas, no ha pasado nada, pero la escena es diferente, todo parece ir más lento, y puedes recordar el momento con claridad, probablemente con mucha más claridad que el resto del camino hasta antes de llegar al cruce. Esto se debe a que el cerebro tiende a minimizar la atención en las cosas monótonas, como el camino que recorres siempre, pero si en un momento se ve amenazada tu integridad física, el cerebro entra en alerta, lo que le lleva a registrar el entorno en mucho más detalle, esto es lo que da la impresión de que el tiempo va más lento.

Source: kaohana.windward.hawaii.edu

Source: kaohana.windward.hawaii.edu

Por otro lado, si te encuentras en una situación poco estimulante para el cerebro, es decir, aburrida, el tiempo se vuelve menos claro, ya que el cerebro tiene pocos puntos de referencia para determinar el transcurso de este. Si estás en una conferencia aburrida o en otra situación estática, tu cerebro sabe que no te interesa y deja de prestar atención a los detalles, pero esto también le lleva a perderse en el tiempo, y de repente unos minutos son una eternidad.

En otros casos, es la forma en que el estímulo llega al cerebro la más determinante, pues hasta ahora hemos hablado de aspectos internos, como los conceptos internos de lo que se considera interesante o atrayente, y aspectos externos como los estímulos de acción-reacción; pero estos no son los únicos que pueden tener un efecto en la percepción temporal, pues otros aspectos sensoriales tienen su propio aporte a la mezcla, por ejemplo, los estímulos auditivos dan al cuerpo una percepción temporal más cercana al paso del tiempo como se mide mecánicamente que los estímulos visuales, puesto que esta relación tiempo-sonido es necesaria para interpretar el significado de muchos mensajes sensoriales, como en el caso del lenguaje o la música, lo que no se da tan específicamente con la información visual.

Es precisamente esta maleabilidad lo que le da subjetividad al tiempo, pero esto puede ser una ventaja, si aprendes a utilizarlo en tu propio aprendizaje, de modo que tu memoria  tenga menos lapsos de tiempo indefinido de los que recuerdas poco, y puedas aprovechar el tiempo en cosas que tengan más valor para ti.