Evita el cansancio visual provocado por el computador

Publicado el February 5, 2014

En tiempos como éstos, somos muchos, si no es que la gran mayoría de personas, las que dedicamos una gran parte del día y de nuestra vida a sentarnos frente a un computador o a estar en contacto permanente con alguna pantalla. Sobre todo ahora, que las podemos llevar en nuestro carro, las carteras y bolsillos. Aparentemente no vemos algún daño, sino sólo beneficios, pero al llegar a casa luego de una jornada de trabajo duro, nos preguntamos porque nos sentimos tan cansados, nos duele la cabeza y hasta vemos borroso y solo queremos descansar.

Si éste es tu caso, si experimentas fatiga visual y el cansancio se vuelve demasiado, podrías seguir algunos de los siguientes consejos para aliviar el mal y llevar una semana de trabajo de mejor manera:

Lo primero es el descanso. si bien necesitas trabajar de corrido y no puedes darte el lujo de parar, debes hacerlo aunque no significa que te tomes dos horas, con hacerlo por cinco minutos cada dos horas está bien. Cierra tus ojos, relaja los músculos de tu cuello y espalda y trata de no pensar en ningún problema o algo que te pueda estresar. Volverás a retomar actividades mucho más descansado.

Cuando trabajas mucho tiempo seguido frente a una pantalla, sueles dejar de parpadear porque estás concentrado, así que intenta parpadear más, así humedecerás el ojo y evitarás irritaciones al final del día. Se cubre la córnea y mejora la calidad de tu visión.

Trata de usar gafas para computador, pues el esfuerzo para enfocar es diferente y no te cansarás tanto. Los músculos del ojo pueden esforzarse demasiado aumentando la presión en su interior, así que evitar exponer tus ojos a la luz y la pantalla directamente es una buena idea.

Cuidado con tu postura y la distancia a la cual pones tu computador. Ubícate a una distancia de 20 a 25 pulgadas. Espalda siempre recta para evitar dolores musculares, y cada cierto tiempo levántate para estirar tus piernas.

La luz del monitor no debe ser demasiado brillante pero tampoco tan tenue. Un equilibrio es perfecto para que no te ataque demasiada luz y tampoco tan baja que te toque esforzarte demasiado. La luz a tu alrededor también importa, no te quedes en penumbra, ilumina con lámparas el lugar para que haya un buen balance.