Lo que debes saber sobre tu base de maquillaje

Publicado el December 5, 2014

Esta es una información que le puede servir a muchas mujeres, aún cuando no usen maquillaje, ya que hay oportunidades en las que debes asistir a una fiesta o evento importante y queremos esforzarnos un poquito más por nuestra apariencia. Si este es tu caso, o si te gusta maquillarte a diario, presta atención a estas recomendaciones.

Sabes que hay diferentes tipos de piel, así que por ejemplo si la tuya tiende a ser un poco seca, es preferible que consigas una base que contenga aceites añadidos, bases cremosas, así garantizas que permanezca suave todo el día, pero no olvides siempre, y a diario aplicar una crema hidratante que prepare tu piel para los polvos, pinturas y productos que pongas encima.

Si por el contrario tienes una piel grasosa, compra una base que no contenga dichos aceites agregados, si no que tenga ingredientes secantes, que aparte de hacer ver tu piel con efectos mate, tiene la facultad de ser larga duración evitando que tu piel absorba todo el maquillaje y empeore si condición.

Tu piel puede ser mixta, así que busca un poco mejor y asesórate de quienes venden los productos, para encontrar una base que no contenga tantos aceites pero si llegue a hidratarte. Fíjate bien cuales zonas de tu cara tienden a ser más grasosas que otras que pueden ser secas para hacer énfasis en una o en otra.

La forma de aplicarlas es también importante, así que para las bases súper líquidas, cuya intención es hidratar bien, consigue un pincel para maquillaje y repártela uniformemente siempre hacia afuera. Para una base compacta, te recomendamos usar una esponja pequeña, no recargar de mucha base y repartir muy bien, para evitar que se formen acumulaciones en las líneas de expresión y pliegues. Para esas bases cremosas, es mejor que pongas un poco de producto sobre la parte superior de tu mano, entre el índice y el pulgar, y con los dedos tomes un poco para darle calor a la base, luego si aplica y distribuye sobre la piel de tu cara.

Si compras un producto nuevo fíjate como reacciona tu piel al final del día y registra muy bien los cambios, pues solo así te das cuenta si puedes seguir usándolo o buscar uno que mejor se adecue a tu tipo de piel.