El Fish spa, una terapia para tus pies

Publicado el October 9, 2015

Desde hace mucho tiempo hemos conocido los beneficios de los spa, estos lugares en los que el ambiente y los procedimientos naturales y alternativos, logran devolvernos la energía, la tranquilidad y relajación que necesitamos. Pero no se han quedado solo en esto, de allí se han empezado a desprender una serie de terapias y tratamientos que se ofrecen en los centros de estética y hasta los profesionales lo hacen a domicilio. Por eso hoy hablamos de uno de esos tratamientos que aunque parezca extraño, tiene grandes resultados.

El Fish spa, también conocido como Ictioterapia, es el tratamiento que usa pececitos en un contenedor con agua, en el cual se sumergen los pies, y los pequeños peces se alimentan de las células muertas de la piel. Es sabido que nuestros pies sufren bastante, y sobre todo las mujeres que constantemente usan distintos tipos de calzado que maltratan los pies, tacones que fuerzan el pie en una posición incómoda, materiales rígidos que rozan constantemente la piel y crean heridas. En fin, los motivos para realizarse un fish spa sobran, porque debemos cuidar esa parte del cuerpo que nos sostiene y mantiene cada día.

Aunque pueda considerarse un tratamiento estético solamente, también es curativo porque en algunos casos, las personas han tenido heridas, llagas o ampollas y callos que al no ser tratados pueden empeorar solo por descuido. Cuando los peces retiran las células muertas, y después de tres o cuatros sesiones la piel se va suavizando, esas heridas cicatrizadas mejoran y se evita que aumente la resequedad que abre la piel y crea un tipo de escamas molesto.

Los pececitos al remover el tejido muerto no hacen ningún daño, pues no tienen dientes para morder, y por el contrario logran hacer pequeños toques en la piel lo que genera una especie de masaje suave contribuyendo a una mejor circulación. Los animalitos son muy especiales y siempre costosos, ya que sus cuidados deben ser extremos y delicados, las condiciones del agua en que se mantienen deben ser estrictas pues se trata de imitar su hábitat natural.

Estas sesiones son cortas, entre 20 y 30 minutos, y solo tienes que asegurarte de tener tus pies limpios, tener la disposición de hacer esta terapia y cumplir al rededor de 4 sesiones al mes. De ahí en adelante es recomendable que cuides cada día de tus pies, aplicando crema hidratante y usando zapatos cómodos que no te maltraten.